MEJORA de las ya ventajosas ayudas al sector en Francia a través del VIDEO GAME TAX CREDIT

Lo venimos reclamando, no estamos inventando nada nuevo, basta mirar aquí al lado para tomar buena nota de cómo se puede mejorar el apoyo a este sector, si de verdad hay vocación política. La Comisión Europea acaba de dar la luz verde a la reforma de la Video Game Tax Credit francesa, un conjunto de medidas fiscales ya existentes para beneficio de las empresas de desarrollo de videojuegos con sede en Francia, que ahora se refuerzan. Un modelo fiscal de incentivos que venimos solicitando para España, como parte básica de las medidas que pueden ayudarnos de forma efectiva al desarrollo del sector.

El conjunto de medidas se inició en 2005 a través de la gestión de la patronal francesa del videojuego SNJV, consiguiendo adoptarlas en 2008, aunque entonces se solicitó una ampliación que la Comisión Europea acaba de aprobar. De este modo, nuestros vecinos franceses se dotan de un marco fiscal que permite una mejor consolidación de la industria nacional, la atracción de empresas extranjeras, la creación de puestos de trabajo y el fortalecimiento de todo el ecosistema del videojuego. Mejoras que vienen a sumarse a la política fiscal francesa, líder en Europa y considerada como una de las más atractivas de Europa.

Un país que tiene desde hace muchos años a este sector como estratégico, bien protegido y que con estas nuevas medidas pretende reducir el déficit de competitividad de sus empresas de producción de videojuegos frente a otros potentes incentivos aplicados en países como Canadá, Estados Unidos o Australia... ¿les suena todo esto a nuestros responsables?

Seguro que sí, están en ello, lo que pasa es que por aquí tardamos en reaccionar y probablemente entremos en materia cuando todos estos países hayan copado al completo el tablero, tanto en producción como en distribución. Ya sin hueco, y con escasos resultados, apelaremos a cuestiones metafísicas, a la razón histórica de Ortega, o al destino de la dolida España de Unamuno. Cualquier excusa es buena, aunque yo prefiero la vigente reflexión de otro intelectual español, Millán Astray, cuando contestaba a D. Miguel “¡Viva la muerte y muera la inteligencia!”.

Para los que queráis ampliar la información podéis ver la noticia en la web del EGDF